El presidente de la Nación, Alberto Fernández, compartió este sábado un almuerzo con su par chino, Xi Jinping, y otros jefes de Estado que participaron de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno. Mañana tendrán una reunión en privado para discutir las relaciones bilaterales y negociar acuerdos.
Xi Jinping encabezó un banquete ceremonial para los representantes de distintas naciones que acompañaron los JJ.OO. en el Gran Palacio del Pueblo. El encuentro no es menor: Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá anunciaron un «boicot diplomático» al evento; es decir que enviarían a sus deportistas a participar, pero no llevarán delegaciones oficiales con funcionarios públicos.
Es así que, además de la Argentina, se contó con la presencia de Rusia, Camboya, Singapur, Kazakstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán, Egipto, Arabia Saudí, Qatar, Emiratos Unidos Árabes, Polonia, Serbia, Luxemburgo, Monaco, Ecuador, Mongolia, Pakistán, Bosnia y Herzegovina, Papúa Nueva Guinea, Corea del Sur, Azerbaiján y Tailandia.
En el mismo Palacio pero en otro salón también almorzaron Axel Kicillof, gobernador bonaerense, y el canciller Santiago Cafiero junto a otros funcionarios de los países recién mencionados. Fernández, en tanto, se sentó en la amplia mesa del banquete junto al presidente de Ecuador, Guillermo Lasso.
Previamente el presidente de la Nación había visitado el Museo del Palacio y el Mausoleo de Mao Zedong. Mañana culminará su agenda en China con una recorrida en la Gran Muralla para luego partir hacia Barbados, en el Caribe, y luego emprender su retorno hacia Argentina.
Alberto Fernández buscará volver con algunos acuerdos e inversiones cerrados, al menos, de palabra. En primer lugar, busca que la vacuna Sinopharm empiece a producirse en el país para uso local y exportación. También se prevé un anuncio sobre inversiones en explotación de litio.
